Historia y presentación: Rememora los orígenes de nuestra marca Factory Bike

La fábrica de sueños

En el año 98 nació FactoryMotorcycles que pasó a ser FactoryBike en el 2002.
En sus inicios se dedicó a la producción de motos y quads infantiles.

Por aquel entonces Carlos Rubio y su equipo ya tenían una larga e intensa experiencia en el sector, como importadores de marcas como PGO, Atala, MZ o Fantic a través de la empresa Factory (Factory Import S.A), con domicilio en la calle Masferrer nº 9 de Barcelona. Es decir que trabajaban con dos marcas italianas, una asiática y una alemana con sus correspondientes legislaciones, reglas y políticas de marketing, financiación, servicio técnico y demás. Por tanto, tenían una gran experiencia en todo lo que conlleva comercializar diferentes marcas importadas. 

En aquel momento el mercado de la motocicleta salía de una crisis que tuvo al sector atenazado y llegaron muchas novedades en todos los segmentos.

Entre otras muchas dificultades externas, la realidad de aventura empresarial que suponía ser uno de los primeros importadores, vivía en una permanente contradicción en lo que respecta a las ventas. Si un importador vendía mucho, el fabricante en cuestión trataba de comercializar directamente su producto. Y si por el contrario las ventas no alcanzaban los mínimos exigidos, el fabricante en ocasiones decidía cambiar de importador.

Por otra parte, la ilusión por tener un producto propio, de materializar ese sueño incumplido de ser un fabricante de motocicletas, además de las ganas por dejar de promover marcas ajenas, llevaron a Carlos Rubio y su equipo a plantearse ser fabricantes.

Paco Barrientos, que trabajaba en la empresa, con buen criterio apuntó la posibilidad de comercializar motos infantiles y este sería el detonante del nacimiento de FactoryMotorcycles. Una marca que en realidad heredaba el nombre de la sociedad (Factory) que agrupaba las diferentes marcas con las que trabajaba el grupo.

Italia: motos y quesos

La decisión de fabricar motos infantiles se tomó en el mes de septiembre de 1998 y en navidad ya se vendieron las primeras unidades. ¿Milagro? No, mucho trabajo y el saber dar con la persona apropiada para semejante aventura, una persona que tenía su pequeña factoría en una fábrica de quesos de Parma, al norte de Italia: Antonio Peregrino. Descendiente de una familia propietaria de una importante industria láctea y apasionado de las motocicletas, Peregrino conocía los secretos de los pequeños motores de 50 c.c. puesto que trabajó para Franco Morini. En una nave de la fábrica de quesos de la familia ensamblaba motocicletas infantiles muy sencillas, que Factory Motorcycles evolucionaba. 

El primer modelo fue la Factory YR-10 que nació con la premisa de ser fácil de manejar para niños entre 4 y 7 años. Equipaba un monocilíndrico de 2T automático y costaba 179.900 ptas.

Al año siguiente y después de comercializar motos infantiles y también quads para los más pequeños, se dio un paso adelante al aumentar la gama de producto con un ciclomotor de 50 de off road (Factory YR-50) que equipaba motor Miranelli y una versión Factory YR-250.

¡En este segundo paso adelante se involucró la fábrica italiana HM que originalmente y curiosamente…!  también se dedicaba a los quesos!

En 1999 convivieron como marcas Factory y HM pero el nivel de componentes propios (chasis Donati, motores Miranelli) aumentó y finalmente FactoryBike se legaliza y se inscribe como fabricante de motocicletas.

Para fabricar las primeras 250 FactoryBike llegó a un acuerdo con el sr. Almirall de Alfer. La marca con sede Sant Cugat del Vallés (Barcelona) fabricaba series muy limitadas de motocicletas de 250 de enduro. La VR 250 montaba un motor

Rotax con válvula neumática y admisión directa al cárter. Alfer y Gas Gas, que tenía una 125 y una 250 en su gama, eran las únicas fábricas nacionales de motos de Enduro, en un mercado que se alimentaba de motos de importación europeas (KTM, Husaberg, Husqvarna, TM) o japonesas como Honda, Kawasaki, Suzuki y Yamaha.

FactoryBike llegaría a un acuerdo con Alfer por el que adquiría una partida de motocicletas Alfer YR 250 que serían debidamente personalizadas, serían las primeras FactoryBike. Además la sede de Alfer en Sant Cugat (Barcelona) fue la nave donde se instalaría FactoryBike. Una fábrica de sueños empezaba a tomar forma. 

Al año siguiente la gama de FactoryBike la formaban la YR 50 que costaba 379.850 ptas. y la YR 250 (858.400 ptas) que todavía montaban el bastidor de Alfer pero que se diferenciaba de esta con una decoración mucho más agresiva.  

Entre las motocicletas infantiles se encontraban los modelos YR-15R YR-10 R impulsadas por motores Franco Morini de 49 c.c. (2T) con ruedas de 15” y 12” y de 10” en el caso de la YR-10R.